ESFS108

XVI semana del Tiempo Ordinario – Domingo

Trabajo pastoral y misión en la Iglesia

Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.  Mc 6,30-34

En el evangelio de hoy la figura de Jesús misionero entre la gente se confronta con la figura del Pastor de la pequeña comunidad de discípulos. Él se va de un lugar a otro de la Palestina. Este doble rol lo encontramos hoy en la figura del Obispo y del clero y el cuerpo de los fieles, pero también encontramos el rol de una pareja de cónyuges cristianos comprometidos en hacer crecer  los hijos en el anuncio del Evangelio. Los deberes de  ellos hacia la familia y el testimonio cristiano son dos momentos distintos del anuncio evangélico. Los deberes hacia la familia y hacia el testimonio cristiano son dos momentos diferentes para hace crecer el Reino: mientras se trabaja para el presente, se trabaja también por el futuro de la Iglesia y de la sociedad. Es  muy pastoral este deseo de Jesús de sugerir el descanso a sus discípulos para vuelvan a cargar las baterías. “Vengan ustedes solos a un lugar desierto para que descansen un poco”. Y es bella su compasión hacia la muchedumbre que lo buscaba y tenía sed de la verdad y necesidad de un pastor: “Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.» Así mientras Jesús habla a aquellas personas, los discípulos sentados descansan de las fatigas de su primer compromiso misionero. No es fácil hoy en nuestros días para los padres de familia encontrar tiempo de descanso en la familia, pero así es la vida así como es. Sucede seguido que  mientras estamos a la cama descansando nos llega una telefoneada que nos lleva a los compromisos y problemas. Es una señal de que nuestra vida tiene sentido para los demás. Los versículos sucesivos hablan de la multiplicación de los panes y peces que Jesús realiza para aquella gente que quieren escuchar sus enseñanzas y ya en la tarde tiene hambre. Para Él la evangelización tiene la preferencia sobre la promoción humana que se realiza en colmarla de sus bienes materiales. Creo que sobre este punto la Iglesia tenga mucho que reflexionar, ya que a nosotros nos parece que los momentos estén invertidos, y a veces se piensa más en el aspecto social, dejando y olvidándose el aspecto misionero. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *