IV semana de Pascua – Martes
Los primeros cristianos
Mientras tanto, los que se habían dispersado durante la persecución que se desató a causa de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, y anunciaban la Palabra únicamente a los judíos. Sin embargo, había entre ellos algunos hombres …al llegar a Antioquía, también anunciaron a los paganos la Buena Noticia del Señor Jesús. La mano del Señor los acompañaba y muchos creyeron y se convirtieron. Al enterarse de esto, la Iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a Antioquía. Cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido, él se alegró mucho y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. Bernabé era un hombre bondadoso, lleno de Espíritu Santo y de mucha fe. Y una multitud adhirió al Señor. Entonces partió hacia Tarso en busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Ambos vivieron todo un año en esa Iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».Hch 11,19-26
A medida que la primavera la energía eólica las esporas de los árboles y no nacido otros árboles donde caen, por lo que la diáspora de la primera Iglesia de Jerusalén, causada por los vientos de la persecución, io a luz a otras iglesias a lo largo de la cuenca oriental del Mediterráneo. En el pasaje de hoy de los Hechos de los Apóstoles, no hay noticias del nacimiento de la primera comunidad cristiana en Fenicia, Chipre y Antioquía. Al principio del mensaje difundir el Evangelio entre los Judios que habían abandonado previamente Palestina, y luego echar raíces entre los griegos y otras naciones alrededores. Iglesias nació en Éfeso, en Filipos a Tesalónica, en el Galacia, Corinto, en el inicio gracias a Pablo y Bernabé, a continuación, Pablo y Silas, y los otros apóstoles que el libro de los Hechos no informa, porque básicamente le dice a Peter y apostólica de la Paul. Mientras que en Corinto, Pablo comienza a pensar en trasladar la sede de su evangelización en Roma que entonces era la capital del mundo. Su programa misionero espera que llegue a España y luego ir a la Columnas de Hércules, ahora el Estrecho de Gibraltar, llevado a ese momento, los extremos de la tierra. Así que en el año 57 d. C., como acto preparatorio de dicho programa, escribió a la omunidad Famosa epístola judía de Roma a los romanos. Unos años más tarde se trasladó a Roma, donde estuvo acompañado por Pedro y también en el que, diez años después, ambos murieron mártires. Nosotros, en estancia, contamos con una reliquia que se remonta a la época gloriosa la propagación del cristianismo, que ha sido donado por don de prensa, pastor de la iglesia de San Eustorgio, el más antiguo Milán, construido en 400. Es una señal tangible, ahora para nosotros, la evangelización del norte de Italia. La aventura misionera de los primeros cristianos fue épica maravillosa, lo cual nos hace pensar y nos ayuda a vivir nuestra misión hoy. No se puede ser verdaderos cristianos si no somos misioneros.