ESFL091

II semana de Pascua – Jueves

Pida al Espíritu Santo

El Sumo Sacerdote les dijo: «Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!». Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo. A él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen».Hch 5,27-32

La creación del universo y el plan de la salvación del hombre son las obras maestras de Dios y el otro no se realizó una vez por todas, pero en la historia se despliegue fin de los tiempos, nadie sabe lo que será, pero la fe que sabemos que va a suceder. En el plan de salvación, con papeles diferentes en el trabajo, de principio a fin, toda la Santísima Trinidad. En el Antiguo Testamento, el actor principal es el Padre, el establo de Belén a la resurrección de Jesús de Nazaret es el Hijo de la iglesia en el tiempo el actor principal es el Espíritu Santo. Para entender el papel y el poder del Espíritu Santo, basta pensar en la transformación de Pedro después de Pentecostés cuando se trasladó hombre que nos asusta, que había negado A Jesús tres veces, la proclamación valiente del Evangelio la música de hoy. Nosotros, también, en el bautismo, hemos recibido Espíritu Santo, pero en esos momentos en que estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe, no tenemos el mismo

el mismo coraje y la audacia apostólica de Pedro. ¿Por qué? Por supuesto, la razón principal es que el estado de gracia Pedro, al comienzo de la iglesia, ha sido tan abundante, pero también depende del hecho de que hemos recibido don del Espíritu Santo cuando éramos niños y que había posiblemente la única fe. Incluso durante la Santa Cena Confirmación, tal vez, hemos hecho un gran viaje espiritual. Aún tenemos que disolver por completo el paquete los dones recibidos y dejar que el Espíritu Santo se derramó en nosotros a medida que vierte en Peter. La única manera de para colaborar en este proceso es la efusión nuestra oración. Debemos orar para que los aumentos Señor

nuestra fe y porque el Espíritu Santo se derramó en nosotros nuestra mente, nuestro corazón en la boca y en nuestro trabajo. Es la oración que Jesús mismo nos pide que hagamos: «Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan» (Lc 11,13).

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