ESFS060

XXXI semana de Tiempo Ordinario – Domingo

La independencia económica de los padres

Fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos. Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no solamente la Buena Noticia de Dios, …. Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen. 1Ts 2,7b-9.13

San Pablo, a veces muy áspero y duro, en el pasaje de hoy se muestra sin más conmovedor. Ante la iglesia de Tesalonica tiene la verdadera actitud de un padre, que pasa de la firmeza sobre los principios a la ternura en las afectuosidades. Habiendo transmitido el evangelio y la fe a los hermanos de aquella comunidad, nutre para ellos los mismos sentimientos de un padre para con sus hijos. Se ha creado una relación padre-hijos tan fuerte y elevada, que él no quiere turbar, ni siquiera pidiendo un sostentamiento económico para sus necesidades materiales: «Recuerden, hermanos, nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de Dios, trabajábamos día y noche para no serles una carga».

Aprovechamos la ocasión que esta carta de Pablo nos brinda, para decir dos palabras sobre un argumento familiar de una cierta importancia: la independencia economica de los padres, aun cuando sean mayores, con respeto a los hijos. El equilibrio familiar se basa sobre la suposición de que los padres hayan cumplido la tarea de educar, hacer crecer y constituir un modelo de vida para los hijos, proveyendo a su sustento en cada fase de la vida. La combinación de estos elementos define el papel formativo de los padres. Si uno de ellos viene a faltar se depaupera su figura de padres. Dado que los hijos, aun cuando estén económicamente independientes y vivan por su cuenta, siempre necesitan al menos el modelo de los padres, es fundamental que estos mantengan una independencia ecónomica. En los casos en que venga a faltar, se dan deformaciones de comportamiento, como la falta de estima y respeto, a todo perjuicio de ambos. Ya que, con el paso de los años, esta autosuficiencia no siempre es posible, sería bien que el sistema político-social tuviese en mayor consideración la autonomía de los ancianos.

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