I Domingo de Tiempo Ordinario – El Bautismo Del Señor
Reorganizar nuestra vida cotidiana
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo y construiste tu mansión sobre las aguas. Las nubes te sirven de carruaje y avanzas en alas del viento. Usas como mensajeros a los vientos, y a los relámpagos, como ministros. Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás! El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas; pero tú las amenazaste y huyeron, escaparon ante el fragor del trueno. Subieron a las montañas, bajaron por los valles, hasta el lugar que les habías señalado: les fijaste un límite que no pasarán, ya no volverán a cubrir la tierra. Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Allí beben los animales del campo, los asnos salvajes apagan su sed. Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas. Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras. Haces brotar la hierba para el Ganado y las plantas que el hombre cultiva, para sacar de la tierra el pan y el vino que alegra el corazón del hombre, para que él haga brillar su rostro con el aceite y el pan reconforte su corazón. …. Hiciste la luna para medir el tiempo, señalaste el sol el momento de su ocaso; mandas la oscuridad, y cae la noche: entonces rondan las fieras de la selva y los cachorros rugen por la presa, pidiendo a Dios su alimento. Haces brillar el sol y se retiran, van a echarse en sus guardias: entonces sale el hombre a trabajar, a cumplir su jornada hasta la tarde. Sal 103
“Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas. Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió” (Gn 1,1-3). Estos primeros versículos del Génesis, con lo que se abra la Sagrada Escritura, describen el inicio de la creación del mundo. De aquel evento grandioso que se pierde en la noche de los tiempos, el salmo de hoy es la revocación poética y estética. Al principio había un caos, tinieblas y un abismo. Todas las cosas salidas de las manos de Dios parece que fueran amontonadas en el espacio de manera 2informe”, como hacía yo cuando iba a realizar un trabajo en algún lugar del mundo.: elmaterial se ponía a un lado y después era sacado para ponerlo en el lugar que le correspondía. Al final cuando terminaba el trabajo y la chimenea comenzaba a humear, cada material , desde el más apreciado al más sencillo, había sido puesto y había llegado a su realización y había tenido su utilidad.
Este Salmo evoca la primera reodinación delas cosas creadas, debería ser leído en la mañana cuando sale el sol. En cada día que comienza el Señor renueva su acto creativo y las maravillas de la creación, en el cual se injerta el trabajo del hombre: “Entonces el hombre sale a su trabajo, para su fatiga hasta la tarde”. En este trabajo de colocar cada cosa en su lugar que el sol reevocayrenueva , se ve la necesidad de volver a colocar todo en su lugar en la vida del hombre: en kos pensamientos, proyectos, en sus sentimientos, en sus acciones, en sus palabras y en sus relaciones interpersonales . Cda mañana de nuestra vida concédenos, Señor, tu espíritu que aletea sobre nuestras aguas agitadas y sobre nuestros pensamiento confusos, para renovarnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.