ESFL018

Feria de Adviento – 17 de Diciembre.

La historia de la salvación

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de…..Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboam; Roboam, padre de Abías….Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel ….Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones. Mt 1,1-17     

Hace treinta años, cuando empezamos a meditar las Sagradas Escrituras, esta página del evangelio nos parecía como consultar un electo telefónico, porque era sólo un elenco de nombres. Con el pasar del tiempo, habiendo adquirido una cierta familiaridad con la historia de la salvación, aquellos nombres, al leerlos, se animaban y  cobraban vida, como cuando se hojea un álbum de familia. El elenco de los nombres que leemos hoy en el evangelio es la síntesis de todo el Antiguo Testamento; esos nombres nos recuerdan los hechos acaecidos a aquellos personajes y al pueblo de Israel. El conjunto de esos eventos constituyen el compendio de la historia de la salvación a la que seguirá el Nuevo Testamento.

La Biblia no es otra cosa que la historia escrita de los acontecimientos que prepararon la venida del Mesías. El elenco de esos personajes no constituye una lista de santos, sino de hombres, con sus grandezas y miserias, con sus pecados y su santidad, en los que nosotros nos reconocemos como en un espejo. Sólo algunos constituyen un modelo de vida. Abraham es un modelo por su fe en Dios; Moisés puede iluminar a los padres de familia y a ayudarlos a ser siervos de Dios (él guió a su pueblo como a una familia). María nos ilumina sobre la manera de ser partes de la historia de la salvación. Jesús nos ilumina sobre el amor que Él tenía a su Padre, sobre su fidelidad al proyecto de vida y sobre la oración; San Pablo nos enseña a ser misioneros. La Iglesia encuentra un modelo en aquella comunidad descrita en los Actos de los Apóstoles, pequeña pero perfecta. Después de treinta años, esta historia de los personajes de la historia de la salvación, se convierte en algo vivo y fascinante, como los personajes de yeso del pesebre improvisamente animados por el Espíritu de Dios, llevándonos a vivir una historia que se renueva cada día.

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